sábado, 13 de diciembre de 2008

SEGUIMOS JUGANDO A SER DIOSES

Cesar Paz se invento una forma muy original de enfocar el problema del dopaje genético en las olimpiadas y discute sobre la inyección de genes dejando sembrada las dudas sobre el impacto de un gen y de su cantidad estándar de expresión y lo denomina Hijos a la Carta.
Es que Gaia lleva organizando sus cuadros genéticos más de 3.000 millones de años sin atentar contra las especies. Y lo que nos ofrece ahora, es su mejor producto, así sea en vegetales, animales o humanos... y sin intereses económicos, con mucha ética, sin jugar a aquello de cambiar genes buenos por genes malos, trabajando sobre células somáticas o sobre células germinales.... Gaia no tiene tiempo para jugar a la Terapia Genética.
Es que no se trata de lograr “unos pocos días adicionales Para obtener una información mas precisa”... se trata, sencillamente, de entender la expresión del cultivo del algodón y del maíz como un llamado a que dejemos de jugar a ser dioses, y entender de una vez por todas, que la investigación en manos de una ciencia hipotecada en manos de transnacionales, de las patentes y una escasa dosis ética, esta llevando a agricultura a un fracaso y a los agricultores a la desesperación.
Cuando las primeras alharacas sobre los cultivos transgénicos en el Tolima, afirmamos, en esta misma pagina, y en el mismo Nuevo Día, EN UN ARTICULO QUE QUEREMOS REPETIR, que “... ningún gen trabaja aislado.... lo hacen en grupos o familias: la función de un gen determinado depende de todos los otros genes que están presentes dentro de la misma familia”... por ello es que no podemos seguir jugando a los genes buenos por genes malos, como hacemos en las confesiones. La vaina, es aceptar con sinceridad, que debemos volver a las semillas nativas.

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