viernes, 5 de diciembre de 2008

LOS DESPLAZADOS

En Colombia son desplazados todos aquellos ciudadanos que han sido separados de su suelo, de su entorno ecológico, como los desarraigados de las últimas cien violencias, los exiliados políticos y económicos, los que estudiantes buscando universidades, las vendedoras de placer en las vitrinas europeas, los polizontes en barcos de banderas extranjeras, quienes abandonaron los campos atraídos por la tranquilidad de la provincia, los guerrilleros que dejaron sus pueblos de origen, los policías , los militares, los paras, los aventureros, los buscadores de doro...
En Colombia la gran mayoría de habitantes han sido desplazados, desterrados del suelo, del ambiente, en donde dejaron el espíritu.
Tierra, madre sagrada.
Vandana Shiva, brillante científica hindú, afirma que existe una religión que aunque local y concreta parece prevalecer en todo el mundo: Esta religión local considera a la tierra como madre sagrada.
En las culturas tribales y agrarias la identidad cultural y religiosa deriva de la tierra, el suelo no es “un mero factor de producción”, sino el alma de la sociedad.
El suelo es la placenta de la producción de la vida biológica, representa a todas las fuentes de sustento, es el “hogar” en el sentido más profundo de la palabra.
El suelo es el espacio cultural y espiritual en el que se desarrolla la memoria, el mito y las canciones que componen la vida diaria.
Como hicieron mis padres...y lo harán mis hijos.
Hay una historia, rescatada por la doctora Shiva, que los ancianos de la India central cuentan a los niños, para recordarles que la vida de la tribu está intima y profundamente ligada a la vida de la tierra y del bosque.
“El bosque estaba en llamas. Empujadas por el viento, las llamas se acercaron a un bello árbol en el que estaba sentado un pájaro. Un viejo que escapaba del fuego vio al pájaro y le dijo: - pequeño pájaro, ¿porqué no huyes volando? ¿Has olvidado que tienes alas? Y el pájaro contestó: “Hombre viejo, ¿ves sobre mi este nido vacío? Ahí es donde nací.
Y en este pequeño nido del que surge este piar estoy criando a mis hijos. Los alimento con el néctar de las flores de este árbol, y yo me alimento de sus frutos maduros. ¿Ves los excrementos caídos en el suelo del bosque? Muchos brotes surgirán de ellos, y así ayudo al crecimiento de la vegetación, como hicieron mis padres antes que yo y como harán mis hijos después de mí. Mi vida está ligada a este árbol. Si muere, de seguro que moriré con él. No. No he olvidado mis alas”.
El derecho al regreso.
No podemos seguir el sendero de los desarraigados, así no se puede reconstruir espiritual y culturalmente al país. El destierro es un proceso irreversible de genocidio y ecocidio que camuflan bajo términos como desplazamientos y reasentamientos.
Para quienes consideramos sagrada la tierra y el entorno ecológico no podemos aceptar el reasentamiento: Tenemos el compromiso de incluir en la lucha al derecho a regresar a nuestros orígenes espirituales y culturales.
Ver también: Cuida tu vida, cuida la tierra

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