martes, 20 de enero de 2009

El tiempo del no tiempo


Nos encontramos en el momento final del giro cíclico de 5125 años en que el sistema solar sale de la noche, para darle paso al amanecer de la galaxia. Es el periodo de mayor caos, de los grandes efectos por las conductas equivocadas de los seres humanos, que se manifiestan en degradaciones a la naturaleza, en seres humanos seducidos y sumidos en los horrores de la violencia, pero también en otros que afianzan sus sentidos más espirituales en armonía con el cosmos.
Es "el tiempo del no tiempo" para la evolución de la conciencia humana, es la última oportunidad para los humanos de reconciliarse con los seres del cielo y de la tierra, de entender nuestra misión personal y cósmica, es el tiempo de reconocernos en la diferencia de ritmos y pensamientos… pues estamos transitando un proceso de "purificación" del cosmos, del planeta, de los seres humanos… para luego reverdecer (Síntesis de Profecías Mayas). Las profecías de los Mayas dan vueltas en la mente cuando se reflexiona este momento histórico que vivimos agobiado por la violencia asentada en nuestras sociedades, por la indiferencia y la degradación casi irreversible de la naturaleza, y en esa elucubración afloran varios interrogantes…¿dónde están los movimientos ambientales en Colombia?, ¿Cómo avanza en Colombia, el ecologismo popular (concepto acuñado por Joan Martínez Alier) que hace referencia a los movimientos sociales de grupos marginados por la sociedad mayoritaria para resolver sus necesidades básicas y defender sus territorios y culturas, ¿Qué estamos haciendo en la práctica los seres humanos por la preservación de la naturaleza y del bienestar social?
Nativos y criollos.
La militancia política para la preservación de la naturaleza y del bienestar social en Colombia históricamente se inicia a través de las luchas de nativos y criollos por la independencia de España, luego por las luchas de los obreros y campesinos por la tierra y mejores condiciones laborales, por los movimientos estudiantiles y sectores populares por formas de vida dignas, por el derecho a la vida, la defensa de valores y cultura tradicionales y sus territorios sagrados, por la protección de los soportes de vida y la soberanía y autosuficiencia alimentaria. La Fundación Foro por Colombia calcula un poco más de trescientos movimientos de masas entre 1970 y 1985.
Las luchas ambientales e intolerancia.
Las luchas por la defensa de la naturaleza y de las culturas tradicionales han estado signadas por la intolerancia de los poderes establecidos. Recién en el mundo marcó dolorosamente un hito el asesinato en 1988 de Chico Méndez a manos de los terratenientes en Brasil. En Colombia son conocidos varios luchadores que han sido asesinados, campesinos, indígenas de pueblos U’wa, Embera Katios (Kimi Pernía) y de otras etnias, quienes en defensa de sus territorios y culturas ancestrales encontraron la muerte…
Preocupación intelectual.
El profesor Julio Carrizosa, ambientalista connotado del país, manifiesta que lo "ambiental", en un comienzo surge como preocupación intelectual, y se expresa en círculos académicos en la década de los años sesenta. En el siguiente decenio toma fuerza como movimiento. La crisis petrolera de 1973 constituye un poderoso detonante que muestra la magnitud del problema energético en el planeta, evidenciando además la degradación ambiental, el despilfarro de materiales y energía y la destrucción de ecosistemas. Para los años ochenta, va siendo claro que la problemática ambiental se replantea como una crítica de los modos dominantes de producir y consumir en nuestras sociedades y la visión antropocéntrica, en donde la naturaleza pasiva e inagotable está al servicio de los seres humanos… de unos pocos, implicando una relación destructiva del ser humano en relación con su entorno natural y social. En Colombia, afirma el profesor Carrizosa, "el movimiento ambientalista en la década de los años ochenta presiona al Estado para incluir en su política esta dimensión del desarrollo".
En el sector ambiental.
Los compromisos de la "Primera Cumbre de la Tierra" (Río de Janeiro, 1992) incidieron en el Estado Colombiano a resignificar su organización institucional y las concepciones integrales de la naturaleza con el objetivo de alcanzar un "desarrollo sostenible". Sin embargo, en la práctica, el Estado ha asumido lo ambiental de manera fragmentaria, reactiva, parcial, lineal y sin la visión relacional con la dimensión social y cultural. El "arreglo" institucional organizativo se ha centrado hacia lo "estrictamente biológico" como responsabilidad del ministerio de ambiente, lo "social" para el ministerio de protección y lo "económico", en el quehacer de los ministerios que tienen la responsabilidad sectorial (agropecuaria, minera, transportes, etc.), sin el dialogo y la interrelación necesaria para dirimir a favor de la naturaleza y del interés colectivo, la contradicción entre "desarrollo y preservación de la naturaleza".Este quehacer institucional legitima acciones contradictorias a partir de la apropiación de un discurso ambientalista para el "desarrollo humano sostenible" que se incorpora en sus planes de desarrollo orientado por las fuerzas de mercado como estrategia directriz; de esa manera los organismos internacionales financieros y de cooperación se proclaman como "gestores ambientales para un desarrollo alternativo".
Otros actores en lo ambiental.
Las falencias en el Estado para promover la preservación de la naturaleza y el bienestar social han sentado las bases para la aparición de organizaciones y fundaciones, que en buena parte han contribuido en este propósito. "Una tipología preliminar realizada con base en los intereses de las Organizaciones No Gubernamentales, ONG, permitiría clasificarlas en: ONG ambientalistas sin ánimo de lucro, ONG ambientalistas "sinónimo de lucro" y ONG ambientalistas "sin ánimo"".
La academia .
En la academia, surgieron expresiones críticas interesadas en la investigación sobre la conservación de la naturaleza con Enrique Pérez Arbeláez, en el conocimiento del manejo indígena de los ecosistemas con Reichel Dolmatoff y por supuesto Tomas Van Der Hammen.Sin duda la ecología revolucionó el pensamiento en las ciencias naturales y sociales y reivindicó conceptos integradores como ecosistema, hábitat…que fueron creando conciencia. En Colombia en los años setenta se crea el grupo ecológico de la Universidad del Tolima por iniciativa del profesor Gonzalo Palomino. Se impulsa la inclusión de la cátedra de ecología en los programas académicos de las facultades de agronomía, promovida por Hernando Patiño en la Universidad Nacional de Palmira. Actualmente, han surgido Institutos como el IDEA en la Universidad Nacional de Colombia, con programa de maestría en medio ambiente y desarrollo, en una perspectiva multidisciplinaria y enfoque holístico, entre otros, aunque su incidencia en la política todavía es débil.
Agriculturas orgánicas en Colombia.
Mario Mejía Gutiérrez es reconocido en Colombia como un defensor de la vida y en específico como el ‘padre del movimiento de la agricultura orgánica’, mediante la investigación en alternativas armónicas con la naturaleza, como un "aporte al movimiento de retorno al campo, de rescate y valoración de culturas rurales primarias, de rechazo a la apropiación de la vida por la cultura occidental, de dialogo de saberes, de reafirmación de la vida como primer valor"…
Visibles e Invisibles.
El movimiento ambientalista y las luchas por lo ambiental en Colombia cuentan con valiosas y valientes experiencias en varias regiones del país, desgraciadamente invisibles a nivel nacional.Es conocido en el país el proceso de resistencia a la "pinificación", que en su devenir construyó una unidad entre campesinos, indígenas y ambientalistas (en Cauca, Valle del Cauca, Quindío y zona cafetera, Antioquia), los problemas de la Draga en Ataco (Tolima), La contaminación de la bahía de Cartagena con mercurio, megaproyectos como Salvajina (Cauca), hidroeléctrica de Urrá (Córdoba), hidroeléctrica La Miel (Caldas), las reivindicaciones sociales de los corteros de caña y recientemente la Minga Nacional Indígena.
Esencia política, no partidista.
En el contexto político, se dirigió a consolidar movimientos ambientalistas partidistas, con una estructura rígida, formal, viciada, dogmatica, excluyente y burocrática. Lo político exige estructuras flexibles adaptativas a condiciones y necesidades regionales y locales, con enfoques integrales, sistémicos, ampliamente incluyentes en la participación de la sociedad para la construcción colectiva. En Colombia, los políticos y las visiones de partido han incorporado algunas exigencias de los ambientalistas en sus campañas electorales, pero dista de ser una manifestación ambiental estructural y solida. La esencia de lo ambiental en Colombia es política, mas no partidista.
Lo ambiental, en segundo lugar.
"Con todo, las urgencias ineludibles de un país desgarrado por múltiples violencias, donde la noción misma de lo social parece difuminarse, unidas a los problemas del subdesarrollo y la pobreza absoluta, parecen relegar siempre la problemática ambiental, en las prioridades del Estado y de diferentes sectores de la sociedad, a un segundo lugar" dice el profesor Julio Carrizosa.
El lenguaje de la valoración monetaria.
Los tomadores de decisiones silencian los lenguajes populares para dar paso al lenguaje de la valoración monetaria, donde la naturaleza se asume como mercancía… ¿cuánto puede valer para la sociedad el canto de un pájaro, el agua que nos sustenta la vida?... pregunta Mario Mejía.
Generosidad para los ricos.
El protocolo de Kyoto herramienta creada para "afrontar los efectos del cambio climático", según Martínez Alier, "es muy generoso con los países ricos al concederles derechos de propiedad sobre los sumideros de carbono: océanos, nueva vegetación y la atmósfera como depósito temporal de CO2 a cambio de disminuir el cinco por ciento de sus emisiones del 2010 con respecto a las de 1990. Si la crisis económica actual se prolonga dos años más, esta meta se cumple con mucha facilidad, pero el problema real continúa"… el comercio de emisiones no es la respuesta, las emisiones se deben reducir cambiando modelos de producción y consumo sin acudir a sutiles cláusulas de salvaguardia para los principales contaminadores. La misma ONU al realizar un balance de los efectos de los compromisos ambientales de los países en las Cumbres de la Tierra, afirma que es desalentador, puesto que han aumentado en el planeta los problemas sociales (hambre, pobreza, desempleo) y los problemas ambientales en estricto, como la desertificación, la deforestación, la contaminación en todas sus manifestaciones.
Colombia ambiente desalentador.
Colombia no es ajena a esta situación ambiental desalentadora, donde coexiste el crecimiento de la riqueza para unos pocos con pobreza para la mayoría: desplazamientos forzosos, hambre, desempleo. Con una vulnerabilidad importante en el 40 por ciento de las cuencas hidrográficas. En 25 años, se estima que el 70 por ciento de la población se encontraría en un desabastecimiento severo de agua (IDEAM, 2001).El 21,5 por ciento del territorio muestra procesos de desertificación (IDEAM, 2007); 13,5 millones de hectáreas son disputadas entre ganaderos y agricultores, el 24 por ciento del área predial rural se encuentra en manos del 97 por ciento de los propietarios registrados en el catastro, dentro de los cuales predominan los predios menores a tres hectáreas.(IGAC, 2002). La ganadería ocupa buena parte de las zonas donde debería haber cultivos y bosques, en tanto que la agricultura se disputa el territorio con zonas de reserva forestal. No existe una política que garantice la autosuficiencia alimentaria. (Portafolio, 2007). El Gobierno actual de Colombia viene incentivando la producción de agrocombustibles; donde hasta la FAO se pronunció por su inconveniencia para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y por los efectos sociales colaterales que genera.
Modelos endógenos.

Martinez Alier sugiere transitar hacia un paradigma de desarrollo alternativo: un "Decrecimiento económico socialmente sostenible" (en países ricos) y modelos de Desarrollo endógeno (en países del sur). Los modelos endógenos propuestos, desde hace muchos años, para nuestros países se caracterizan por la búsqueda de identidad, de trascendencia, de reivindicación de lo local.Precisa mentes sensibles a la naturaleza y a la justicia social, recuperan el pensamiento ancestral y los sistemas agrícolas tradicionales que entrelazan la organización social, los valores y el medio ambiente, la participación para la construcción colectiva de lo local, respetan la diversidad, la diferencia y el disenso, reivindican el sentido espiritual de la vida, acogen la visión ecocentrica de la existencia que sitúa a los humanos en el mismo nivel que los demás seres de la vida. Los modelos endógenos trascienden lo económico y reivindican valores como la solidaridad, la generosidad, la ternura, el respeto, la transparencia como único camino que contribuye a la "purificación" del cosmos, según advierten las profecías de los Mayas.
Por: Gladys Moreno Pinzón *

2 comentarios:

Flores Literarias dijo...

hola muy buen blog te invito a lanavedelostorpes.blogspot.com

Sergio Munera Martinez dijo...

Exelente comentario anterior sobre el tiempo del no tiempo. En nuestro municipio de San Pedro de los milagros tenemos una agrupación dedicada exclusivamente a la educacion ambiental, pero es bien dificil poder ejercer nuestra labor precisamente porque no contamos con ningun tipo de apoyo, pero hay estamos. Un ejemplo del poco apoyo lo tenemos el dia 5 de abril Dia Mundial de la Tierra de 2008 cuando convocamos a toda la comunidad de nuestro municipio a tomar conciencia para proteger nuestro patrimonio natural y la respuesta fue muy pobre. Pero en cambio en una fecha posterior cuando se realizo una convocatoria por parte de nuestra parroquia para un evento puramente religioso y catolico que en nada apoya el medio ambiente, la respuesta fue masiva, tal vez exagerada. Por eso nuestra campaña en nuestro municipio esta orientada hacia los niños de las escuelas para que desde este lugar y tiempo tomen tempranamente conciencia de su propio futuro.

Sergio Munera Martienez

www.sociedadamigosdelatierra.es.tl